¿Qué dieta disminuye el riesgo de padecer Parkinson?
Con el aumento de la población humana mundial y la esperanza de vida, el número de personas mayores está aumentando. En consecuencia, la prevalencia de trastornos neurológicos como la EP ha aumentado entre las personas mayores de 60 y 80 años en un 1% y un 3%, respectivamente.
La EP causa síntomas de deterioro tanto motores, por ejemplo, inestabilidad postural, como no motores, por ejemplo, disfunción gastrointestinal. Hasta el momento, no existe ningún tratamiento para la EP; por lo tanto, se necesitan estrategias para la prevención primaria y el tratamiento de la EP.
Por lo tanto, identificar y abordar los factores de riesgo de EP modificables, como la dieta, podría ser la nueva vía para la prevención de la EP en una etapa temprana.
Los estudios poblacionales que exploran la actividad neuroprotectora de compuestos como las vitaminas C, A, E y el betacaroteno han arrojado resultados inconsistentes.
Los estudios han sugerido de manera más consistente que la ingesta de cafeína podría ralentizar la progresión de la EP.
Más recientemente, las dietas basadas en plantas, como la mediterránea, la vegana y la vegetariana, han atraído la atención de los investigadores. El informe de la Comisión EAT-Lancet recomendó dietas basadas en plantas para mejorar la salud humana y planetaria.
Los posibles efectos sinérgicos de los diferentes componentes de una dieta basada en plantas, por ejemplo, fibra, vitaminas y compuestos bioactivos, son favorables.
Podrían reducir el estrés oxidativo, el deterioro cognitivo y la inflamación y ejercer efectos neuroprotectores; así, estas dietas podrían ayudar a prevenir la aparición o progresión de enfermedades crónicas.
Aunque la evidencia preliminar muestra que una ingesta elevada de dietas basadas en plantas podría reducir el riesgo de EP, la evidencia de datos generales sobre los efectos protectores de la dieta sobre la EP es limitada.
Un estudio reciente publicado en la revista Movement Disorders examinó la asociación entre las dietas basadas en plantas y el riesgo de enfermedad de Parkinson (EP), utilizando datos de 126.283 participantes del Biobanco del Reino Unido.
La investigación encontró que aquellos en el cuartil más alto de índices de dieta saludable basada en plantas (hPDI) tenían un riesgo 22% menor de EP, mientras que las dietas no saludables basadas en plantas (uPDI) se correlacionaban con un riesgo 38% mayor.
Los autores no observaron asociación entre la ingesta de lácteos y la EP en el estudio actual. Sin embargo, una mayor ingesta de verduras, nueces y té redujo el riesgo de EP, especialmente cuando se consumía en tres, 0,5 y cinco porciones al día.