Aromas contra el Alzheimer
Los científicos saben desde hace tiempo que la pérdida de la capacidad olfativa, o habilidad para oler, puede predecir el desarrollo de casi 70 enfermedades neurológicas y psiquiátricas. Entre ellas figuran el Alzheimer y otras demencias, el Parkinson, la esquizofrenia y el alcoholismo. Cada vez hay más pruebas de la relación entre la pérdida de olfato debida al COVID y el consiguiente deterioro cognitivo. Anteriormente, los investigadores habían descubierto que exponer a personas con demencia moderada a hasta 40 olores distintos dos veces al día durante un periodo de tiempo potenciaba su memoria y sus habilidades lingüísticas, aliviaba la depresión y mejoraba sus capacidades olfativas. El equipo de la UCI decidió intentar convertir estos conocimientos en una herramienta sencilla y no invasiva para combatir la demencia.
En un nuevo estudio publicado en Frontiers in Neuroscience, cuando una fragancia recorría las habitaciones de adultos mayores durante dos horas cada noche durante seis meses, los recuerdos se disparaban. Los participantes en este estudio, realizado por neurocientíficos de la Universidad de California en Irvine, obtuvieron un 226% más de capacidad cognitiva que el grupo de control. Los investigadores afirman que el hallazgo transforma el vínculo entre olfato y memoria, conocido desde hace tiempo, en una técnica sencilla y no invasiva para reforzar la memoria y, potencialmente, prevenir la demencia.
El proyecto se llevó a cabo a través del Centro de Neurobiología del Aprendizaje y la Memoria de la UCI. En él participaron hombres y mujeres de entre 60 y 85 años sin problemas de memoria. Todos recibieron un difusor y siete cartuchos, cada uno con un aceite natural diferente. Las personas del grupo enriquecido recibieron cartuchos de máxima potencia. Los participantes del grupo de control recibieron los aceites en pequeñas cantidades. Cada noche, antes de acostarse, los participantes colocaban un cartucho distinto en el difusor, que se activaba durante dos horas mientras dormían.
Las personas del grupo enriquecido mostraron un aumento del 226% en el rendimiento cognitivo en comparación con el grupo de control, medido mediante una prueba de lista de palabras utilizada habitualmente para evaluar la memoria. Las imágenes revelaron una mayor integridad de la vía cerebral denominada fascículo uncinado izquierdo.
Fuente: ScienceDaily