Ayuno intermitente y cambios cerebrales
En personas con obesidad, la pérdida de peso mediante la restricción intermitente de energía (IER) tiene efectos múltiples y dinámicos sobre el eje cerebro-intestino-microbioma (BGM), incluyendo la reducción de la actividad en las regiones cerebrales que afectan al comportamiento alimentario y el aumento de la diversidad microbiana en el intestino, a corto plazo, según sugiere una nueva investigación. (30 de diciembre de 2023, en Frontiers in Cellular and Infection Microbiology)
Los pacientes perdieron peso (7,6 kg de media) y mostraron reducciones sostenidas y significativas en varias medidas, como el índice de masa corporal, la grasa corporal, la presión arterial sistólica y los niveles séricos de hemoglobina glucosilada durante el IER. La presión arterial diastólica, los niveles séricos de glucosa plasmática en ayunas, el colesterol total, varios lípidos y los niveles de varias enzimas hepáticas clave se redujeron significativamente en al menos un momento durante el IER.
La IER redujo la actividad de las regiones cerebrales relacionadas con la obesidad (es decir, la circunvolución orbitofrontal inferior en el circuito de control cognitivo, el putamen en el circuito de emoción y aprendizaje, y la corteza cingulada anterior en el circuito sensorial) en diferentes momentos durante la intervención. No se observaron cambios significativos en la actividad cerebral del circuito de recompensa.
Estos datos sugieren que la interacción dinámica entre el cerebro y la microbiota intestinal desempeña un papel importante en la pérdida de peso.