Dieta MIND y Alzheimer

23.08.2023

Las intervenciones en el estilo de vida centradas en la dieta pueden influir en la salud pública. Numerosos ensayos han analizado dietas integrales, principalmente enfocadas a la salud cardiovascular. Dichas intervenciones incluyen la dieta mediterránea y enfoques dietéticos para detener la hipertensión (DASH).

Sin embargo, los datos sobre intervenciones para la salud cerebral son limitados. La intervención Mediterránea-DASH para el retraso neurodegenerativo (MIND) es un híbrido de las dietas mediterránea y DASH.

MIND incorpora muchos componentes de la dieta DASH y mediterránea y algunas modificaciones para incluir alimentos supuestamente relacionados con un deterioro cognitivo más lento y un menor riesgo de enfermedad de Alzheimer.

Destaca el uso de alimentos de origen vegetal, frutos secos, aceite de oliva y pescado y limita el consumo de alimentos con alto contenido de azúcar y grasas saturadas, como quesos enteros, dulces, frituras, bollería, mantequilla y quesos procesados o rojos. carne.

En un nuevo estudio (Barnes LL, Dhana K, Liu X, et al. (2023) Trial of the MIND Diet for Prevention of Cognitive Decline in Older Persons. N Engl J Med.), los investigadores llevaron a cabo un ensayo controlado aleatorio del MIND Dieta en adultos mayores. Las personas de 65 años o más eran elegibles si tenían sobrepeso, obtuvieron una puntuación de al menos 22 en la evaluación cognitiva de Montreal, informaron antecedentes familiares de demencia de Alzheimer y tenían dietas subóptimas. Los sujetos fueron reclutados en Boston y Chicago, Estados Unidos (EE. UU.), entre enero de 2017 y abril de 2018.

Todos los participantes recibieron asesoramiento dietético durante todo el ensayo. El grupo de la dieta MIND recibió suministros mensuales de arándanos, aceite de oliva virgen extra y frutos secos.

La puntuación promedio de la dieta MIND al inicio del estudio fue de 7,7 y 7,8 en los grupos MIND y de control, respectivamente. Los sujetos que siguieron la dieta MIND aumentaron esta puntuación en 3,3 puntos hasta una puntuación media de 11 a los seis meses y la mantuvieron durante todo el ensayo.

Por el contrario, los controles lo incrementaron en 0,7 puntos.

Los investigadores no observaron ningún efecto apreciable de la dieta MIND sobre los cambios volumétricos del cerebro en relación con la dieta de control.

Los participantes de la dieta MIND tuvieron mejoras menores en la cognición global, similares a las de aquellos que siguieron una dieta de control.

En resumen, no se observaron diferencias significativas en la cognición y las imágenes cerebrales entre los participantes de la dieta MIND y de control en este ensayo.