El envejecimiento en la esclerosis multiple
El factor más relevante y fuertemente asociado al curso clínico de la esclerosis múltiple es la edad cronológica.
Los pacientes muy jóvenes padecen casi exclusivamente la enfermedad remitente recidivante, mientras que los que presentan la enfermedad más tarde se enfrentan a un desarrollo más rápido de la discapacidad permanente.
Existen importantes pruebas epidemiológicas, patológicas y clínicas de que la edad contribuye a la forma en que los pacientes con esclerosis múltiple experimentan la enfermedad.
En el caso de las personas con esclerosis múltiple progresiva, la escasa respuesta a las actuales terapias modificadoras de la enfermedad podría estar relacionada con el envejecimiento del sistema inmunitario y del SNC.
El desarrollo de fármacos y el diseño de los ensayos deberían tener en cuenta el impacto de la senescencia en la fisiopatología de la esclerosis múltiple y en el riesgo de efectos secundarios.
El envejecimiento también se asocia a un mayor riesgo de efectos secundarios causados por algunas terapias de la esclerosis múltiple.
Comprender el papel del envejecimiento en la función de las células inmunitarias y neuronales en los pacientes con esclerosis múltiple podría ser clave para detener la progresión no relacionada con las recaídas.
La creciente literatura sobre posibles terapias dirigidas a las células senescentes y a los procesos de envejecimiento podría proporcionar estrategias eficaces para la remielinización y la neuroprotección.
Es necesario que los ensayos clínicos empiecen a incluir a personas de edad avanzada para comprender la eficacia y la seguridad de los nuevos agentes en quienes envejecen con esclerosis múltiple.
Por último, las terapias senolíticas o senomórficas, que eliminan o modulan la función de las células senescentes, que ya se están desarrollando para otras enfermedades relacionadas con el envejecimiento, podrían ser prometedoras para futuras aplicaciones en la esclerosis múltiple.
Fuente: Lancet Neurol 2022