El impacto de las zonas verdes residenciales en la salud cognitiva
Una revisión reciente en Nutrients revela cómo las zonas verdes residenciales pueden desempeñar un papel vital en la prevención del deterioro cognitivo y la demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer.
Los estudios sugieren que la exposición a zonas verdes puede mejorar la función cognitiva mediante la reducción del estrés, una mejor atención, una menor contaminación del aire, un aumento de la actividad física y la conexión social. Sin embargo, muchos estudios han sido transversales y carecen de datos a largo plazo.
El Estudio de Salud de Enfermeras (NHS), iniciado en 1976, involucró a 121.700 enfermeras. Los investigadores analizaron datos de mujeres mayores de 70 años sin antecedentes de accidente cerebrovascular, evaluando la función cognitiva y la exposición a zonas verdes.
Una mayor exposición a zonas verdes en la mediana edad se asoció con una mejor función cognitiva inicial y un deterioro cognitivo más lento. Las mujeres en zonas más verdes tenían puntuaciones cognitivas más altas, lo que sugiere que la vegetación puede retrasar el envejecimiento cognitivo hasta ocho meses.
Los resultados indicaron que la salud mental mediaba parcialmente estos beneficios. Las asociaciones fueron más fuertes en los barrios de bajo nivel socioeconómico y alta densidad de población, y entre aquellos con el alelo APOE-ɛ4, un factor de riesgo genético para el Alzheimer.
Este estudio subraya el potencial de la vegetación como factor modificable para reducir el riesgo de demencia, en particular para aquellos con mayor riesgo genético y en comunidades desfavorecidas. Se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos y desarrollar intervenciones específicas.
Source: Marcia Pescador Jimenez , Maude Wagner, Francine Laden, et al. (2024) Midlife Residential Greenness and Late-Life Cognitive Decline among Nurses' Health Study Participants, EHP.