La contaminación atmosférica está relacionada con la demencia y el riesgo de ictus
Investigadores británicos estudian la contribución de la contaminación atmosférica a la demencia y las enfermedades cerebrales.
El ictus es la segunda causa de muerte en el mundo, con un 11% de los fallecimientos. Alrededor de 50 millones de personas viven con demencia, y se espera que la cifra aumente a unos 150 millones en 2050.
Un estudio ha analizado la salud de más de 413.000 personas que participaron en el proyecto Biobanco del Reino Unido. Todos tenían entre 40 y 69 años y no padecían demencia, cáncer ni ictus al inicio del estudio. Se realizó un seguimiento de su salud, centrándose en la asociación entre la contaminación atmosférica y la transición de estar sano a sufrir un ictus, demencia o ambos.
A lo largo de 11 años, 6.484 personas sufrieron un ictus, 3.813 desarrollaron demencia y 376 sufrieron un ictus y desarrollaron demencia. Tras tener en cuenta otros factores de riesgo, los investigadores hallaron relaciones entre la exposición prolongada a la contaminación atmosférica y la adquisición de demencia, así como el desarrollo de demencia tras un ictus.
Un comité de expertos del gobierno británico revisó 69 estudios y concluyó en 2022 que era probable que la contaminación atmosférica acelerara el deterioro cognitivo de las personas mayores y aumentara el riesgo de desarrollar demencia.